
Contexto informativo
Chileno en el primer
año de pandemia
Los principales hitos de la pandemia cubiertos por los medios informativos nacionales en sus redes sociales pueden dividirse, en términos generales, en cuatro grandes fases durante el 2020: el inicio, el riesgo de colapso y ollas comunes, el desconfinamiento y el debate del 10%, y el desenlace del año.
El inicio de la pandemia en Chile
El inicio de la pandemia en Chile El contexto informativo chileno a comienzos de la pandemia estuvo altamente dominado por la dimensión política, pues desde octubre de 2019 el país ha estado sumergido en una crisis social que ha polarizado discusiones sectoriales.

El 13 de enero del 2020 la encuesta CADEM (2020) otorgó solo un 10% de aprobación a la gestión del gobierno de Piñera. Cinco días antes, el diario La Tercera tituló en su versión digital “¿Fin al misterio? Neumonía china sería causada por un coronavirus similar al Sars”. En ese momento, la enfermedad se observaba con distancia. Sin embargo, el 23 de enero el ministro de Salud de la época, Jaime Mañalich, anunciaba medidas de prevención y aislamiento de pacientes ante un posible arribo del virus a Chile, y el 7 de febrero el gobierno decretaba alerta sanitaria en todo territorio con la finalidad de organizar los esfuerzos para la detección a tiempo y prevenir un brote dentro del país.
A fines de febrero, Mañalich reconoció la existencia de 260 pacientes en seguimiento por sospechas de coronavirus, y el 3 de marzo, se confirmó al primer paciente enfermo de COVID-19 en territorio chileno: un médico de 33 años de San Javier con antecedentes de viaje por un mes por el sudeste asiático.
Las siguientes dos semanas, tanto los ciudadanos como los alcaldes tomaron decisiones sobre prevención del contagio. La población temió un potencial desabastecimiento de alimentos y combustibles, existiendo una importante demanda de mascarillas y alcohol gel, además de la suspensión de clases en colegios, escuelas y liceos. Meganoticias titulaba en su noticiero del 15
de marzo “Alcaldes se adelantan: Varios municipios suspenden clases en escuelas y liceos”. Los ediles exigieron cuarentena al gobierno de Sebastián Piñera, quien declaró estado de catástrofe para todo el país el 18 de marzo.
La labor del personal de salud se intensificó producto del temor a la desconocida pandemia. Los servicios sanitarios públicos y privados se vieron muy exigidos y la ciudadanía se organizó a través de redes sociales para hacer un reconocimiento a los funcionarios de salud, en forma similar a lo que se observó en las noticias provenientes de Europa. El hoy ex-ministro de Salud, Jaime Mañalich, anunció al país el primer fallecimiento por Covid en Chile el 21 de marzo: “Tenemos que lamentar el primer fallecido en Chile por Covid-19. Una mujer de 83 años, postrada, en la que se optó por un manejo compasivo”. El 25 de marzo, siete comunas de la Región Metropolitana entraban en cuarentena: Lo Barnechea, Vitacura, Las Condes, Providencia, Ñuñoa, Santiago e Independencia. De allí en adelante, la transmisión del coronavirus avanzó sin tregua.

A fines de marzo y comienzos de abril el gobierno tomó medidas para amortiguar el impacto económico, tramitando el Proyecto de Protección al Empleo (31 de marzo). Por su parte, Carabineros de Chile intentó controlar el ingreso migratorio de ciudadanos bolivianos que, según informó radio Bío Bío, quedaron varados en Huara producto del cierre de fronteras.

El 6 de abril, el Ministerio de Salud decretó el uso obligatorio de mascarilla en transportes públicos. La situación económica empeoró y el 20 de abril, el anuncio del Ingreso Familiar de Emergencia se sumó a Ley de protección del empleo.
En su primera etapa, la crisis sanitaria pareció favorecer al gobierno, con una mejora de 15 puntos porcentuales (25%) en la aprobación a su gestión, según CADEM.
El riesgo de colapso y ollas comunes
El 5 de mayo se reportaban 275 fallecidos y 3.682 contagiados por COVID-19 en Chile, mientras que la crisis sanitaria creció en forma sostenida en los meses de mayo y junio y se advirtió un riesgo de colapso total en la logística de salud del país.
Asimismo, la alarma mundial creció y los medios informaron diariamente del estrés sanitario tanto en Europa como en otras naciones latinoamericanas.


En este período, Mañalich sufrió varios enfrentamientos con distintos actores sociales, especialmente con el Colegio Médico encabezado por Izkia Siches. Mientras el ex-ministro desmentía los colapsos hospitalarios, la televisión transmitía los traslados aéreos de enfermos de una región a otra. Asimismo, los datos entregados por su ministerio fueron puestos en duda por la comunidad científica (Instituto Milenio de Ciencias de Datos) y por medios de comunicación (por ejemplo, Ciper), exigiendo mayor transparencia en la información.
El 31 de mayo los fallecidos eran 1.054 y los contagiados diarios 6.188, mientras que el 14 de junio se alcanzó el peak de 6.938 nuevos casos. El momento más crítico del manejo comunicacional de la pandemia se produce cuando el gobierno debe sincerar las cifras de fallecidos en el país a causa del virus, pasando de 93 casos el día 6 de junio a 649 el día 7 de junio. Algo parecido sucede el 17 de julio cuando el Departamento de Estadísticas e Información e Información de Salud vuelve a rectificar los datos incorporando 1057 fallecidos en ese día. Evidentemente, en ambos casos, no se trata de muertes masivas en un solo día, sino de una corrección a las cifras que el Ministerio de Salud entregaba en sus informes diarios por televisión.
Producto de los sucesivos cuestionamientos por el manejo de cifras de fallecidos y numerosos desencuentros con científicos y con el Colegio Médico, Jaime Mañalich deja su cargo y el 13 de junio asume como nuevo Ministro de Salud el doctor Enrique Paris.
En materia económica, la situación del país se deteriora y las medidas dictadas por el Ministerio de Hacienda se hacen insuficientes. La respuesta social se expresó a través de la organización de ollas comunes entre mayo y agosto de 2020, iniciativas impulsadas en favor de los sectores y comunidades más desprotegidos de la población. Las ollas solidarias y las entregas de alimentos fueron ampliamente cubiertas por matinales y medios de prensa. El 16 de mayo, nuevamente, los alcaldes se anticipan al gobierno anunciando la entrega de alimentos y kits de higiene para familias vulnerables. Seis días después el gobierno implementa un plan similar que implicó un largo tiempo de ejecución. Tal y como consignó El Mostrador, el 22 de mayo, en los sectores populares la autogestión de alimentos de forma comunitaria fue una realidad, y las ollas comunes fueron una respuesta social ante la crisis de hambre que generó la pandemia del coronavirus.
Si bien el gobierno ejecutó medidas como la Ley de Protección del Empleo que permitía cesar transitoriamente los pagos de trabajadores y ocupar los seguros de cesantía como remuneraciones, la medida no cubría la situación de trabajadores de empleos informales o independientes. Por ello, a mediados de junio se anuncia un segundo Ingreso Familiar de Emergencia (IFE 2.0).

El 13 de julio, la aprobación de Piñera solo llega al 17% según CADEM. Aunque las cifras de la pandemia y la gestión comunicacional del Ministerio de Salud mejoraron ostensiblemente, el deterioro de la condición general del país era evidente.
Desconfinamiento y el debate del retiro del 10%
La tercera etapa de la crisis del COVID-19 en Chile llega en julio de 2020. Por un lado, el Ministerio de Salud comienza a hablar de desescalamiento y propone una estrategia para descomprimir el encierro de la ciudadanía. Por otro, el parlamento aprueba una reforma constitucional para facilitar el retiro del 10% de los ahorros previsionales de los ciudadanos.
Específicamente, a mediados de junio los senadores Pedro Araya (PRI), Yasna Provoste (PDC) y Carlos Bianchi (DRP) presentaron un proyecto de reforma constitucional para que los cotizantes del AFPs retiraran el 10% de sus fondos de pensiones y pudieran cubrir con ello las mermas en las finanzas personales que dejó la pandemia. La iniciativa parecía poco probable en tanto el gobierno que controlaba la mayoría en el Senado manifestó su más absoluto rechazo a la idea. Sin embargo, la iniciativa fue aprobada por la Cámara de Diputados el 8 de julio, superando el quorum de ³/5 que se exige frente a reformas constitucionales. El proyecto fue aprobado con 95 votos de diputados de distintos colores políticos, 25 en contra y 31 abstenciones. Mayor fue la sorpresa cuando el 22 de julio, la iniciativa logró ser aprobada por el Senado pese a las opiniones negativas de la Superintendencia de Pensiones, del Banco Central y del gobierno. Gracias a esto, los ciudadanos comenzaron a retirar el 10% de sus ahorros previsionales el 30 de julio.
Pese a este hecho, en agosto la aprobación del gobierno solo fue de un 12%. La sensación general era que el gobierno no había sido capaz de paliar las precariedades económicas que estaba dejando el desempleo y que la crisis sería pagada por los propios ciudadanos.

En lo estrictamente sanitario, el gobierno estableció a comienzos de julio que en las regiones de Los Ríos y Aysén se podrían abrir el comercio y los restaurantes, con un 25% de aforo. El 19 de julio, el ministro Paris anunció el plan Paso a Paso en el que cada comuna podía salir de cuarentena avanzando en 5 etapas: cuarentena, transición, preparación, apertura inicial y apertura avanzada según las condiciones sanitarias. Específicamente, el 24 de julio las comunas de Colina, La Reina, Las Condes, Lo Barnechea, Ñuñoa, Tiltil y Vitacura de la RM, y de San Antonio y San Felipe en la Región de Valparaíso, pasan a fase 2.
Poco a poco, otras comunas de Chile fueron avanzando en la desescalada, pero recién el 17 de agosto se anuncia la salida de cuarentena de la comuna de Santiago, núcleo central de la capital. En un contexto de “nueva normalidad” se retomaron las actividades deportivas sin público y el 29 de agosto Colo-Colo y Santiago Wanderers reinician el campeonato nacional de fútbol profesional.
Un desenlace de final incierto
El último cuatrimestre del año se caracterizó por una permanente atención en los procesos de desconfinamiento, el plebiscito constitucional, el segundo retiro de 10% de los ahorros previsionales y la preparación para la temporada de vacaciones.
En septiembre, el gobierno promovió unas fiestas patrias contenidas en el seno familiar con la campaña “Fondéate en tu casa” que permitía reuniones familiares de hasta cinco personas. Además, anunció el establecimiento de cordones sanitarios para evitar los viajes interregionales. El 2 de septiembre Tele13 señalaba “18 en Pandemia: Gobierno anuncia restricciones especiales para Fiestas Patrias”.
Paralelamente, el 16 de septiembre el Ministro de Educación intentó que se retomaran las clases en escuelas y liceos, pero alcaldes, profesores y la propia ciudadanía se opusieron a ese llamado.
Hacia finales de septiembre, las condiciones generales de la pandemia permitieron al gobierno autorizar la apertura de los viajes interregionales aéreos y terrestres.

En términos sanitarios, Chile vive una suerte de estabilidad, y los contagios se mantienen en el orden de los 1.614 nuevos casos diarios en promedio; cifra que inicia su nuevo ascenso en diciembre.
El 13 de octubre, Valparaíso sale de una de las cuarentenas más extensas que se vivieron en el país. Este mes estuvo cargado de un debate político intenso, con la realización del plebiscito que daría pie al inicio del cambio constitucional comprometido un año antes y postergado por la pandemia. El 25 de octubre el apruebo obtiene un 78% de los votos y se alcanza una participación electoral revitalizadora para el debate constitucional.
En noviembre son dos los hitos más relevantes de la pandemia en Chile. Mientras que el parlamento inicia el debate de un nuevo retiro de fondos de pensiones, el gobierno reabre las fronteras para recibir al turismo, anunciándose la reapertura de fronteras del Aeropuerto de Santiago la última semana de ese mes.
Durante la primera quincena de diciembre el foco de las informaciones se puso en la planificación y adquisición de dos vacunas que se vislumbraban próximas a ser autorizadas: Pfizer y Sinovac.
En tanto, el gobierno de Sebastián Piñera repitió una bajísima aprobación volviendo a los niveles del “estallido social”, con un 12% de aprobación según CADEM y un 7% según la medición de CRITERIA.
En la mañana del 24 de diciembre se anunció la llegada de la primera partida de vacunas para la inmunización del personal de cuidados intensivos y ese mismo día es vacunada Zulema Riquelme en el Hospital Sótero del Río.
Cerca de la Navidad se avizora un nuevo incremento en los contagios y en los ingresos en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI), y comienza a vislumbrarse una segunda ola. Mientras tanto, el mundo se preocupa por las variaciones del virus en países como Reino Unido, Brasil y Sudáfrica. El 29 de diciembre, la Subsecretaria Paula Daza confirma el primer caso de nueva cepa británica en Chile. Sin embargo, el gobierno insiste en facilitar los desplazamientos para el verano e implementa el “permiso de vacaciones”.
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6 Los datos de la figura 2, 3, 4 y 5 fueron tomados desde los servicios de Ministerio de Ciencia, Tecnología, Conocimiento e Innovación del gobierno de Chile. https://github.com/MinCiencia/Datos-COVID19
7https://www.biobiochile.cl/noticias/nacional/chile/2020/12/10/pinera-cae-al-7-de-aprobacion-masbajo-en-la-encuesta-criteria.shtml